Por: marco villa
- Eva, ahora que lo pienso la serpiente no te engañó por completo
verdad que ese árbol no era el del conocimiento:
el mundo es inmenso y nunca podremos entenderlo todo.
Evidentemente tampoco fue el árbol de la vida,
no hemos sabido espantarnos la muerte y ella a veces nos visita
entonces enfermamos hasta que un soplo nos reanuda con lo demás ...
pero sé Eva - sabemos - que un día la muerte vendrá para llevarnos.
Yo Eva, no soy omnisciente, ni soy inmortal
pero ámame Eva,
ámame sin embargo
hasta que se pare el corazón
cómelo porque ahora
el corazón del hombre y la mujer
es jugoso y dulce como era la manzana.
Ámame Eva
porque es el amor quien nos hará eternos
y aun después de dos eras, después de dos mil años
nuestra historia será recordada.
- Eva, ahora que lo pienso la serpiente no te engañó por completo
verdad que ese árbol no era el del conocimiento:
el mundo es inmenso y nunca podremos entenderlo todo.
Evidentemente tampoco fue el árbol de la vida,
no hemos sabido espantarnos la muerte y ella a veces nos visita
entonces enfermamos hasta que un soplo nos reanuda con lo demás ...
pero sé Eva - sabemos - que un día la muerte vendrá para llevarnos.
Yo Eva, no soy omnisciente, ni soy inmortal
pero ámame Eva,
ámame sin embargo
hasta que se pare el corazón
cómelo porque ahora
el corazón del hombre y la mujer
es jugoso y dulce como era la manzana.
Ámame Eva
porque es el amor quien nos hará eternos
y aun después de dos eras, después de dos mil años
nuestra historia será recordada.
Imágen http://www.anapardo.com
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