Por: marco villa
Sáquese los ojos
y póngalos a remojar en agüita de mar
hasta crear una película salina
(tan gruesa como para poder ver las novelas de televisa sin remordimientos intelectuales.
Tan leve como para que le apene admitirlo a un tercero.)
Llore en los velorios,
pero cuente chistes en los funerales.
Si piensa en la infidelidad recuerde:
es a todos los demás que no son su esposa
a los que a su esposa le interesa que sí engañe.
(si ya lo fue sin reparar en lo anterior,
remítase a las sugerencias morales, otra vez de las telenovelas)
Y lo más importante si ya está decidido y sólo si lo está
(preferentemente si usted no cree en historias de fantasmas)
únicamente ame en cementerios.
Y el amor eterno no habrá de moverse.
Sáquese los ojos
y póngalos a remojar en agüita de mar
hasta crear una película salina
(tan gruesa como para poder ver las novelas de televisa sin remordimientos intelectuales.
Tan leve como para que le apene admitirlo a un tercero.)
Llore en los velorios,
pero cuente chistes en los funerales.
Si piensa en la infidelidad recuerde:
es a todos los demás que no son su esposa
a los que a su esposa le interesa que sí engañe.
(si ya lo fue sin reparar en lo anterior,
remítase a las sugerencias morales, otra vez de las telenovelas)
Y lo más importante si ya está decidido y sólo si lo está
(preferentemente si usted no cree en historias de fantasmas)
únicamente ame en cementerios.
Y el amor eterno no habrá de moverse.
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