Si me escucharas dormida. . .

Sabrías…

Que por ti abandono mi refugio de sombras y vuelvo a dibujar mis huellas en el sol,
con tal de poder reflejar mis ojos en los tuyos sin temor.

Que mis alas vuelven a tomar forma al oír de tus labios emerger mi nombre,
ése que hacía muchas lunas nadie pronunciaba con tanta dulzura como lo haces tu.

Que en tu mirada de hoguera incinero mis malos recuerdos,
y en cenizas convierto lo que no necesito,
lo que no me hace falta guardar.

Sabrías…

Que el poder de mi pluma no se compara al de tu voz,
que entre susurros me llama y pide mi presencia,
que en sueños me hechizas, me doblegas,
y me haces pensarte cada vez mas.

Que remataría mis recuerdos al mejor postor
con tal de hacerte mas espacio y así llenarme de ti.

Sabrías…

Que soy real, que me haz visto,
que no vengo de paso ni a pasar el rato.

Que no pretendo engañarte ni timarte,
que lo que ves y escuchas ya no es virtual,
que aquí no hay distancias de por medio
ni imágenes en serie posteadas en algún lugar.

Sabrías…

Que con solo oírte…con solo verte o leerte
me basta para perder la noción de lo que soy,
de dónde estoy y hacia a dónde voy.

Que entre tus alas me encuentro:
tranquilo, sonriente, paciente,y sin ningún ánimo de escapar.

Y si en verdad me escucharas dormida,
sabrías que estoy aquí ante ti,
rendido a tu voluntad.

0 comentarios:

Vagando: Ricardo Durán Barney